lunes, 5 de diciembre de 2011

¡MI COCINA ES MI VOZ!

Hace ya algunos años descubrí que la cocina de cada uno es única. Es como nuestra voz. Mejor dicho, es nuestra voz.

Los cocineros somos intérpretes del mensaje que vive en la naturaleza y que hemos de traducir y transmitir a los que se acercan a nuestra casa para restaurar sus fuerzas. Esa confianza que depositan en nosotros y en nuestro oficio está sustentada en la habilidad que tengamos para interpretar, traducir y transmitir ese mensaje desde los valores de la integridad, la honestidad, el respeto y el cariño que como cocineros debemos sentir por nuestros semejantes tanto los sentados a la mesa dispuestos a comer, como los que yacen en el plato esperando a ser comidos.

En mi caso particular, mi cocina ha cambiado con el paso del tiempo. Igual que lo ha hecho mi voz  a lo largo de los años. Siento nostalgia por aquellos años en los que mi cocina era frágil y chillona, como la voz de un niño. Fueron los años en que soñaba con llegar a ser un chef de cuisine y mis creaciones parecían sacadas de cualquier libro de Le Cordon Bleu.

Como a todo adolescente, a mi cocina también le llegó el momento del cambio de voz, cuando llegué a vivir a Euskadi allá por el año 2001. Las hormonas incontratables de alguien que quiere comerse el mundo nublaban mi juicio y mi criterio como le sucede a cualquier chamaco cuando ve su primera teta. Mi cocina en ese entonces era viceral, carnal, exuberante como fiel reflejo del momento en el que me encontraba: estaba a punto de perder la virginidad gastronómica en brazos de la Cocina Vasca. Y le hice el amor como solo lo sabe hacer un adolescente, con uñas y dientes. Mis amantes fueron generosas, y de las cocinas de Zaldiaran, Ikea, Echaurren, Marqués de Riscal, Kursaal y Zortziko aún conservo agradables recuerdos. De ellas aprendí a amar el oficio, aunque en no pocas ocasiones, más por lo que no se debe hacer que por lo que se debe hacer cuando lo que te motiva a cocinar es el amor.

El amor. ¿Acaso es una palabra que nos da miedo pronunciar?

Pero la voz me volvió a cambiar. Mi voz ha dejado de ser frágil. Mi voz tampoco es ya la voz impostada de un adolescente que finge un tono ronco para ganarse el sitio entre los otros machos de la manada.

Mi voz es hoy, la voz de alguien que sin haber alcanzado la madurez como cocinero, interpreta, traduce y transmite un mensaje sosegado y prudente. La experiencia me ha traído hasta este punto en el que se muy bien lo que me gusta y lo que no me gusta de la cocina. Y me doy cuenta de que lo que quiero hacer por encima de cualquier cosa es trabajar por la alimentación, la cocina y la gastronomía de México: el verdadero amor de mi vida como cocinero.

Y esto se traslada a mi manera de cocinar.



Hace unos días cocine para 25 personas en San Sebastián, a puerta cerrada. Lo que ahora se conoce como un Pop Up Restaurant y que suena rebonito, fue para mí algo más. Fue la oportunidad de ejercitar la libertad como eje fundamental de mi propuesta gastronómica como cocinero, es decir, de mi estilo de cocinar, de mi manera de expresar lo que siento.

Y es por eso que sostengo que esta manera de afrontar la cocina como un lenguaje que nos permite interpretar, traducir y transmitir un mensaje ES LA VOZ DEL COCINERO que ha de hacerse escuchar para que sean hartos los que comprendan que más allá de los retos y compromisos del cocinero como chef, están las lealtades hacia una cocina que sepa reflejar nuestra identitdad como mexicanos y la obligación como mexicanos de luchar por una alimentación justa, sana y abundante para todos y cada uno de los que habitamos en un país que sabe a sol y sal, a maíz y cal. 

Pero volviendo a la cena mexicana en San Sebastián el pasado 20 de Noviembre, bajo el tema "R(e)Evolución Mexicana", y aquí es donde la cosa se pone interesante, es que pude comprobar que los postulados de la Nueva Cocina Popular Mexicana que un servidor abandera y que son la creatividad, el oficio, la responsabilidad social y el cuidado del medio ambiente, fueron bien recibidos entre los parroquianos y que mi cocina basada en el entendimiento de los ingredientes y sabores mexicanos que viven en mi corazón y en mi memoria es algo tan real como lo es mi voz.

Y que tipo de cocina hago? Como está expuesto en el blog de la Fonda del Golfo en el post Nuestra Propuesta Gastronómica publicado el 9 de Enero del año 2009, un servidor considera que "lo valioso no es copiar recetas mexicanas sino interpretarlas desde mi voluntario exilio"




Es por eso que yo hablo de Sabores de México y no de Cocina Mexicana cuando hablo de La Fonda del Golfo, mi proyecto para una gastrofonda en Euskadi. Y eso es algo que pudieron comprobar los invitados a la cena en San Sebastian y es que mi interpretación, traducción y transmisión del mensaje ha sido una interpretación libre de recetas o de técnicas según los usos y costumbres. Yo respeto mucho el trabajo de los y las cocineras tradicionales mexicanas. Pero para hacer cocina tradicional mexicana ya están ellos que están en México.

Mi propuesta gastronómica esta sustentada el dogma que reza "Conoce el ingrediente, descubre la técnica y crea una receta" Es fiel reflejo de mi compromiso con la creatividad entendida como herramienta al alcance de todos los mexicanos para solucionar los problemas propios de nuestras circunstancias.

Nueva Cocina Popular Mexicana es cocinar con memoria y libertad a partes iguales, es interpretar los sabores de México y traducirlos al plato con respeto por nuestro pasado y curiosidad por conocer los alcances de su importancia global en el futuro. Es cocina independiente como dice mi General de División Frank Juarez

Con gran ilusión espero las próximas ocasiones en que la vida me de la oportunidad de reunir a mis amigos, conocidos y por conocer, alrededor de una mesa para celebrar juntos los sabores de México desde mi particular punto de vista, desde mi condición de cocinero mexicano en Euskadi, a donde la vida me trajo y desde donde me voy encontrando con pequeñas sorpresas que enriquecen mi quehacer diario y me llenan de orgullo por ser mexicano.

¿A qué me refiero? Pues que al día siguiente de la cena mexicana, conocí a el Jair, un Señor que yo conocía de oidas y que compartió conmigo, y con otros participantes de una tertulia organizada en el seno de San Sebastián Gastronomika entre los que estaban Enrique Olvera, Bruno Oteiza, Alejandro Ruiz entre otros, un trocito de lo que el sabe y siente por la alimentación, la cocina y la gastronomía de México.

Al final de la charla le pedí que me mandara el texto que a continuación podrán leer. Hace unos días me lo mandó y lo comparto con Ustedes para que vean que igual que un servidor, Jair se dió cuenta de a veces la mejor manera de describir algo es INVENTANDO una nueva palabra...

EL DILEMA DEL TIPO DE RESTAURANTE:


Invariablemente, cuando tienes un restaurante, surge la pregunta ¿Qué tipo de comida es?


--- Respuesta: (al menos en mi caso, siempre), cinco segundos de silencio, durante los cuales una ruedita imaginaria gira en mi cabeza, como la de mi computadora cuando abro varios programas a la vez y se ¨atora¨. Ni una sola vez he podido contestar con una palabra o una categoría, en fin: con una respuesta concreta. Por ejemplo: ¨Italiana¨, ¨De autor¨, ¨De Producto¨, ¨de Vanguardia¨, ¨Mexican-minimal¨, ¨Baja-Med¨ , ¨Baja-californiana¨, ¨Francesa¨, ¨Rústica¨, ¨Rustic-chic¨, ¨Agro-chic¨ --- ahi voy acercándome, mmmmmmm, no, la verdad no ---. Las pocas veces que he intentado responder concretamente y adherirme a una categoría ha surgido en mí una auto-recriminación instantánea, que se hace notar aún cuando resuenan todavía en mi cabeza las vibraciones de la última sílaba de lo que dije para salir del paso. 



--- Respuesta (la exteriorizada): después del silencio sistemático que sigue a esta recurrente pregunta , termino explicando de manera mas o menos detallada qué es lo que hago. En fin, la respuesta es siempre un ¨Cómo¨ y no un ¨Qué¨. La razón: probablemente tiene que ver con que mi rutina diaria tiene que ver constantemente con el ¨ cómo ¨ hago las cosas y no con el ¨ qué¨ es lo que hago. El ¨Cómo¨ se hacen las cosas es muy personal y comprometido. En cambio, El ¨Qué¨ es lo que hago, tiene implícito un distanciamiento. El Qué es una consecuencia de la actividad; sin ¨cómo¨ no hay ¨qué¨, pero sin ¨qué¨, sí hay ¨cómo¨. Uf, ya me estoy complicando. En fin, una clara evidencia de ésto es que cuando me preguntan, después de 9 años ¿que tipo de comida se sirve en Laja? sigo contestando con una explicación del proceso con el que trabajamos. De la huerta, del menú, de los ranchos, de la cocina, los vinos.. etc Sigo sin tener respuesta clara. Se reciben sugerencias.


Con la apertura de Merotoro surge oleada de ¨la pregunta¨: ¿Que tipo de comida es? Chin! otra vez; cinco segundos de silencio, la ruedita dando vueltas en mi cabeza y luego mi respuesta: 

Merotoro es un espacio para compartir y disfrutar, a modo de restaurante, la manera en que come y bebe la ciudad que me imagino. Mi visión de esta ciudad es propia de quien viene de fuera: nueva, fresca, aguda. No en pocas veces guiada por falsas impresiones o espejismos, pero siempre dispuesta conocer mas y mas. Percibo una ciudad moderna, compleja, generosa, cosmopolita y diversa. Es contradictoria: cálida y dura, nueva y vieja, generosa y despiadada, hermosa y estéticamente desafiante. Es esto mismo lo que la hace ser muy humana. 


Por lo tanto, es un lugar soñador, diferente y personal. A la vez es antojadizo, goloso y actual. Es ecléctico como su nombre: Merotoro; una palabra que no es palabra, pero que con el pasar de los días, al asociarla a momentos de disfrute se convierte sorprendentemente en parte de nuestro vocabulario.

¡Yo añadiría que también en parte de nuestro imaginario popular mexicano!

Felicidades Jair Tellez y gracias.

lunes, 21 de noviembre de 2011

JHON CHEBAUX: GANADOR DEL CONCURSO "MÉXICO SABE A SOL Y SAL A MAÍZ Y CAL"

CON LA RECETA

MOJARRA EN SALSA DE CIRUELAS, PIÑONES Y CHILE GÜERO CON MAÍZ

JHON CHEBAUX 

SE ALZA CON EL PREMIO DE VER SU RECETA PREPARADA POR 

GUILLERMO GONZÁLEZ BERISTAÍN 

EN UNO DE LOS RESTAURANTES DEL 


PROXIMAMENTE TODA LA INFORMACIÓN AQUÍ Y EN 


"LUCHANDO POR UNA COCINA HECHA POR TODOS Y PARA TODOS"

ESTO ES

NUEVA COCINA POPULAR MEXICANA

lunes, 31 de octubre de 2011

UN SOLO COCINERO EN TRES PERSONAS DISTINTAS.



Ya ha pasado un año desde que encontré en este blog, la manera de transmitir mi versión de los hechos, con todos los que como yo creemos que el oficio de cocinero es algo más que ponerse un Toque y copiar recetas.

Nueva Cocina Popular Mexicana es la relación entre la creatividad, el oficio, la responsabilidad social y el cuidado del medio ambiente, de ahí su nombre. Y cada vez somos más los que entendemos que nuestro trabajo poco tiene que ver, en esencia con la chaquira, el encaje y el oropel.

Estamos escribiendo la historia de nuestra cocina, todos los días, tres veces al día cada vez que elegimos lo que nos alimenta. Con nuestra elección ejercemos el derecho de ser nosotros mismos. Somos mexicanos, somos lo que comemos.

Hoy México ostenta con orgullo y cinismo el título del País más obeso del mundo donde el 70% de la población está gordo. Esto es la prueba irrefutable de que en los hogares de México no se está cocinando como lo hacíamos hace 50 años. El modelo de alimentación occidental ha penetrado y calado hondo en nuestra economía en desarrollo en beneficio de la industria agroalimentaria en México, en detrimento del pueblo y de su salud y en detrimento de nuestra soberanía alimentaria. Sin olvidarnos de esos otros mexicanos, los invisibles, los que nunca podrán preocuparse de la obesidad pues su problema es otro muy diferente, el hambre. Realidades y paradojas de un país que no ha sabido luchar por un proyecto común de país, un proyecto a largo plazo.

Hoy, México depende del exterior para poder garantizar la alimentación de sus habitantes. La población enferma por desnutrición o malnutrición, y mientras los restaurantes se debaten entre llamar su cocina tecnoemocional, de autor o de vanguardia, yo me pregunto:

¿Es que acaso nadie se ha dado cuenta de que la labor de cocinero debe de responder a 3 retos relacionados entre sí y que no son otros que la alimentación, la cocina propiamente dicha, y la gastronomía?

Realmente pienso que mientras en el México rural haya hambre, en el México doméstico haya obesidad y en el México gastronómico haya esnobismo por no querer reconocer la existencia de estas otras realidades, la labor del cocinero será la de alguien que solo está cumpliendo con una parte de lo que su país espera de él.

La labor del cocinero en esta Nueva Cocina Popular Méxicana debe parecerse al agua. Debe ser una labor, transparente y al alcance de todos. Y al igual que el agua tiene 3 estados: solido, líquido y gaseoso, cada uno con sus características, propiedades y usos, la labor del cocinero DEBE tener también 3 estados: la alimentación (como sustento), la cocina (como cultura popular) y la gastronomía (como arte).

Los 3 estados de la labor del cocinero también tienen sus características, propiedades y usos. Es muy sencillo de comprender.

A un cliente sentado a un restaurante gastronómico no puedo servirle una comida corrida, a un estudiante de secundaria no puedo servirle tres tortillas duras y un caldiito de frijoles y a un triste indio de la comunidad rural más jodida de México no puedo servirle un menú degustación de 8 tiempos que hace un repaso histórico por la gastronomía mexicana del Virreynato!

Cada grupo demográfico necesita un cocinero diferente, un cocinero que es el mismo cocinero en tres personas distintas. Un cocinero que sabe quien es, donde vive y qué es lo que quiere hacer con su oficio.

Somos cocineros, tenemos el poder de influir con nuestro trabajo en la manera en que México se alimenta, cocina y crea a nivel gastronómico.

Los 3 estados de la labor del cocinero nos obligan a defender 3 frentes a la vez, a luchar por erradicar el hambre, luchar por que en los hogares de México vivan los sabores de México, y luchar por que los mejores restaurantes de México sean aquellos que han sabido reinventar nuestra memoria y proyectarla hasta el infinito.

Que sea pues, la labor del cocinero de la Nueva Cocina Popular Mexicana, como el agua que se ve afectada por la temperatura a cambiar de estado, a ser útil como hielo que conserva, o manantial líquido que refresca y alimenta, o gaseosa y etérea como expresión de nuestros anhelos.

POR UNA ALIMENTACIÓN, UNA COCINA Y UNA GASTRONOMÍA HECHA POR TODOS Y PARA TODOS, DESDE LOS VALORES DE LA CREATIVIDAD, EL OFICIO, LA RESPONSABILIDAD SOCIAL Y EL CUIDADO DEL MEDIO AMBIENTE LOS INVITO A PARTICIPAR ACTIVAMENTE DESDE SU POSICIÓN COMO COCINEROS MEXICANOS EN ESTA REVOLUCIÓN POR DESPERTAR EN TODOS LOS QUE COMEMOS TRES VECES AL DÍA EL DESEO DE SER CONGRUENTES CON NUESTRAS CIRCUNSTANCIAS Y CORRESPONSABLES DEL FUTURO DE UN PAÍS QUE SABE A SOL Y SAL, A MAÍZ Y CAL.

"Por supuesto que me importa la Gastronomía, pero no a cualquier precio. Lo que se cocina en los hogares de México y el hambre, son prioridades en nuestra lucha. De ellas depende que la gastronomía de nuestro país sea útil y no solo el divertimento de una minoría empeñada en hacer de ella lo que no es"-Subcomandante Manu en el Primer Aniversario de la Nueva Cocina Popular Mexicana.



Entrevista Ricardo Muñoz Zurita Parte 1 de Alvaro J. Gomez

jueves, 22 de septiembre de 2011

CARTA ABIERTA A ENRIQUE OLVERA



Querido Enrique:

Durante muchos años esperamos pacientes a que se dieran las circunstancias para poder expresar en nombre del pueblo de México las bondades de su alimentacion, su cocina y su gastronomía al mundo entero. Hoy, en un clima de ansiedad e incertidumbre provocada por la inestabilidad económica y política que sufrimos a diario, se hace especialmente importante reflexionar sobe la enorme responsabilidad que como cocineros mexicanos tenemos, en el sentido en que somos los guardianes de la riqueza cultural de un país que sabe a sol y sal a maíz y cal, a la vez que jugamos un papel fundamental en la defensa y promoción de nuestros ingredientes, sin los cuales nada de esto existiría.



La Nueva Cocina Popular Mexicana que un servidor abandera reconoce en tu persona la figura de líder moral de una revolución gastronomica que tiene como finalidad conquistar para los mexicanos la soberanía alimentaria, el dominio de los sabores de México en nuestras cocinas y el desarrollo gastronomico de nuestros cocineros mexicanos desde los valores de la Creatividad, el Oficio, la Responsabilidad Social y el cuidado del Medio Ambiente.

Habiendo dicho lo anterior, quiero decirte que después de haber leído la declaración de Lima o "Carta abierta a los cocineros del futuro", tengo my claro que NO es posible acometer los retos a los que hace mención desde el escenario de la "alta" cocina.

Desde Nueva Cocina Popular Mexicana te pido que reflexionemos sobre la importancia de crear una infraestructura "a pie de calle" para transmitir al pueblo de Mexico los valores que a diario dan forma a la filosofia de vida de tu restaurante reconocido por toda una generación de cocineros mexicanos como el faro que nos ilumina y en el que todos nos queremos reconocer.

Porque desde tu posición puedes hacerte oir mas que nadie espero que aproveches Gastronomika 2011 para poner de manifiesto tu preocupación y la de todos losa cocineros mexicanos por practicar una alimentación, una cocina y una gastronomia hecha por todos y para todos.

Cada vez se hace mas evidente que la "alta" cocina solo sirve a una minoría. Cuenta conmigo para cambiar dicha situación. Te veo en Donostia.

Manu Arriaga
Pinche cocinante y aprendiz de Nahual


CARTA ABIERTA A LOS COCINEROS DEL MAÑANA
(Declaracion de Lima G9 11/09/2011)

En estos nuevos tiempos donde la sociedad está en constante evolución, nuestra profesión debe responder de forma activa a nuevos retos.

Desde la diversidad existente en nuestra profesión culinaria, con sus múltiples expresiones y formas de hacer, a los cocineros nos une nuestra pasión por la cocina y nuestra entrega a una labor que es una forma de vida.

Entendemos la cocina como un mundo de oportunidades, que nos permite expresarnos libremente y hacer realidad nuestras inquietudes y aspiraciones.

Consideramos que la cocina es algo más que la respuesta humana a la necesidad de alimentarse, es más la búsqueda de felicidad. La cocina constituye una poderosa herramienta de transformación, y puede cambiar la alimentación del mundo gracias al trabajo conjunto entre los cocineros, los productores y los comensales.

Nosotros soñamos en un futuro donde el cocinero y la cocinera estén comprometidos, conscientes y responsables de su contribución a una sociedad más justa, solidaria y sostenible.

Como miembros del Consejo Asesor Internacional del Basque Culinary Center, desde nuestra diversa experiencia, seguimos soñando y reflexionando sobre los retos futuros de nuestra profesión. Nuestra esperanza es que estas reflexiones sirvan como referencia e inspiración a los jóvenes que serés los cocineros del mañana.


¿QUIERES SABER MÁS?

martes, 30 de agosto de 2011

¿SALVESE QUIEN PUEDA?

Este post es duro, pero creo que es importante dar mi opinión sobre la situación que atraviesa mi país pues para que haya un verdarero desarrollo cultural y gastronómico es necesario que muchas cosas cambien en México y creo que este es un tema del que todos debemos de participar como cocineros y como mexicanos. Y si, yo si creo que la alimentación, la cocina y la gastronomía de México se verán también afectadas por el actual clima político que se respira a todos los niveles. La desigualdad es la semilla de la violencia y éste es un problema que nos afecta a todos los mexicanos. Sin paz, sin estabilidad, sin igualdad de oportunidades no habrá jamás una NUEVA COCINA POPULAR MEXCIANA.

Una vez más como en todas las revoluciones, la clase intelectual, los librepensadores y los artistas deben de liderar la resistencia y la insurgencia. Habrá quien diga que no es para tanto, que no nos dejemos llevar por voces, procelitistas, amarillistas, tendenciosas y alarmistas. A ver que dicen esas mismas personas cuando el año que viene se devalúe el peso y no puedan sacar sus dolares de los bancos. Si el gobierno, sea de derechas, de centro o de izquierdas, no puede controlar esta situación nos enfrentamos al colapso, a la fuga de capitales y al exodo masivo del dinero mexicano a Estados Unidos o Europa. Tal vez ha llegado el momento de pedir ayuda de fuera.

Ante esta situación el mexicano de a pie está desprotegido. Hoy mas que nunca hace falta la presencia de Observadores Internacionales que denuncien el incumpliemento de los Derechos Humanos, de periodistas valientes que quieran arriesgarse a salvar vidas a costa de la suya, y de ciudadanos con liderazgo para usar con responsabilidad las herramientas democráticas de la desobediencia civil y de un activismo pacífico que actúe como palanca de presión para obligar a las instituciones a servir a todos los mexicanos por igual, a todos, sin importar en donde vivan o por quien hayan votado.

Entre todos. Tenemos que ayudar a achicar el agua que entra a nuestro barquito por todas partes.

Y a los mexicanos que se dedican a hacer agujeros en el casco con una mano mientras hacen como que hacen por ayudar con la otra les mando en nombre de todos los que  sí queremos ver un México soberano de aquí a 100 años:

"No eres digno del pinche suelo que estas pisando"

Nos enfrentamos a nosotros mismos en más de un sentido. Se nos acabó la suerte. Ahora toca luchar por recuperar el estado de derecho que malvendimos a cambio del espejismo del sueño Americano. No queríamos ser como Estados Unidos? Pues casi lo hemos conseguido! Violencia, armas, S.W.A.T en los estadios. Lo malo que es que aqui no tenemos super heroes...

Despierta mexicano, que tienes el agua hasta el cuello.

Me duele mucho ver cómo se deteriora MI país pero  no me voy a quedar de brazos cruzados. Ayer me ayudaron a darme cuenta de que aquí puedo hacer algo por México que no podría hacer si estuviera allá. Aquí me puedo expresar, allá sería un terrorista a los ojos del mal gobierno.

Así que desde el voluntario exilio les pido a los mexicanos que hagan lo que esté en sus manos por rebelarse contra el orden impuesto por el crimen organizado y que presionen en conjunto a los mexicanos que ostentan responsabilidades y cargos públicos a que hagan lo mismo.

Es momento de actuar como uno solo.

En nombre de los más de 12 millones de mexicanos que vivimos en el extranjero invito a todos los mexicanos a reflexionar sobre la responsabilidad de esta generación por hacer lo que haga falta para que no sean nuestros hijos los que tengan que pagar los platos rotos y tengan que vivir en un México bajo el protectorado de Estados Unidos, o peor aún, que tengan que emigrar al extranjero en busca de garantías de binestar en un "primer mundo" que se tambalea desde sus cimientos y que pende de la cada vez mas deshilachada cuerda del capitalismo. 

Atrevamonos a soñar y a crear soluciones, vamos a hablar de estos temas sin miedo, y vamos a actuar juntos por conseguir que los mexicanos que matan mexicanos salgan de sus agujeros.

Vamos a reinventar México y a desterrar los malos habitos del pasado.

Vamos a luchar, no por el México que se nos fue, ni mucho menos por el que es, si no por el que todos queremos que sea!

Se los pide un mexicano que después de vivir dos años en Canadá y de vivir más de 10 años en Euskadi, sigue teniendo una sola nacionalidad. La mía. La Méxicana.

Nací y me moriré siendo mexicano, por que se que mis ojos verán un renacer en la concienca colectiva de un país que ya está harto de quejarse de lo mal que nos va en la vida.  El tren en el que ahora vamos se va a descarrilar. Llegó el momento de cambiar de tren para llegar a nuestro destino. Próxima estación: Esperanza.

Manu Arriaga.
Numero de Identificación para Extranjeros NUM. X5263235F

¿QUIERES SABER MÁS?

Mientras tanto aqui los dejo con el avance de este maravilloso y esperpéntico documento al que yo llamaría "Que bonito, que bonito y que requetebonito país tenemos Felipito"


lunes, 15 de agosto de 2011

APTITUD Y ACTITUD DE UN COCINERO MOTIVADO

¿Somos cocineros por que cocinamos? ¿Ya está?

¿Cualquiera entonces que a fin de quincena cobre por estar en una cocina sacando platillos es colega mió? ¿Entonces yo que soy?

Ni maíz.

No señor. No me lo trago.

Ser cocinero, es decir vivir de cocinar, tiene por fuerza que tener una motivación directamente relacionada con el servir, con el compartir, con el colaborar, con el hecho de dar y de alimentarse del hecho de alimentar a los demás.

Cualquier otra motivación que no sea esa, convierte al que cocina en un mero mercenario al servicio, si, al servicio de si mismo. Me gustaría dejar claro que, según mi corta experiencia, la labor del cocinero no es otra que la de traducir, interpretar y transmitir el mensaje que la naturaleza nos dicta, día a día a través de los ingredientes que nos regala, para que otros puedan disfrutarlos. No somos sino un instrumento al servicio de los demás.

En anteriores ocasiones he puesto de manifiesto las cualidades que hacen de una persona apta para dedicarse a este noble oficio. Sin embargo hay un componente emocional que habrá de marcar la diferencia entre aquellos que viven la cocina como un compromiso y aquellos que la sobreviven como una pesada losa que habrán de cargar sobre sus espaldas por que no son lo suficientemente valientes para reconocer que lo suyo no es la cocina, que están ahí porque no tienen a donde ir. Ese componente emocional, esa fuerza sobrenatural, ese fuego en el estómago que hace que nos hierva la sangre, esa pasión por no descansar hasta que el trabajo esté hecho y bien hecho poco tiene que ver con la aptitud proveniente del estudio y del trabajo mecánico que cualquiera con un poco de interés puede llegar a dominar: estoy hablando de la Actitud.

Aptitud y Actitud. Cualidades que como cocineros debemos cultivar día a día desde el respeto por nuestro oficio y nuestro compromiso con nuestra motivación de servir. Aptitud y actitud significa estar preparado para afrontar los retos, y más aún, significa esperarlos con ansiedad pues un cocinero motivado reconoce que los problemas que deberá de enfrentar a lo largo de su jornada no son sino la oportunidad de demostrarse a si mismo de qué está hecho su espíritu es decir "de que cuero salen más correas".

Todos deseamos trabajar en una cocina en donde todos emanen luz, fuerza, calor transformador. Sin embargo y a medida que pasan los años, me doy cuenta de que conseguir que sea esta actitud la que impere día tras día tras día en una cocina, no es prioridad de los jefes de cocina, simple y sencillamente porque ni si quiera ellos mismos están motivados ya, por lo que un día los hacia soñar y que ahora se ha convertido en su peor pesadilla. El llegar a ser jefes.

Hablo por mí mismo, cuando digo que ser jefe no es fácil. He tenido a mi cargo numerosos equipos a lo largo de los últimos 5 años y aunque no ha sido fácil, he comprobado que sí es posible contagiar de entusiasmo a la gente con la que he tenido la oportunidad de trabajar básicamente por que he sido claro y honesto respecto a mi motivación, intentando por encima de cualquier cosa que dicha motivación se convirtiera también en la suya.

La motivación de dar de comer, de cocinar con el corazón y de compartir con unos y con otros el mensaje que hemos traducido e interpretado para nuestros invitados está por encima de cualquier esfuerzo personal o motivación individual. Es por eso que como Jefe de Cocina, o de Partida, he descubierto que  existe una pequeña receta que hoy quiero compartir con ustedes para conseguir que la actitud de los cocineros sea la de trabajar conmigo, cueste lo que cueste por alcanzar NUESTROS objetivos.

Esta receta no es mía, la he aprendido de los mejores. No necesariamente los más famosos, o los que adornan sus frentes con Estrellas. Lo nuestro es un oficio, y los mejores Chefs con los que he trabajado han sido aquellos por los que uno está dispuesto a darlo todo. Por que jefe puede ser cualquiera. Cualquier papanatas puede venir cualquier día y decirte, hola soy tu nuevo jefe. Pero sólo un líder es capaz de crear un ambiente dinámico de trabajo y mantener a sus compañeros con la actitud necesaria para conquistar y vencer, todos los días a una clientela exigente en un restaurante lleno.

Es una receta muy sencilla pero es indispensable seguir el orden de preparación.

TRABAJO, EJEMPLO, RESPETO, AUTORIDAD, DISCIPLINA.

Como Chefs debemos de promover una actitud por parte de los demás cocineros, no de cocineros, si no de Chefs. Cómo Jefes, debemos de trabajar por hacer de los demás cocineros Jefes en potencia. Como Jefes debemos de trabajar para hacerles a los demás cocineros más fácil su trabajo. Ser Jefes significa ser "facilitadores" de lo que los demás cocineros necesitan para hacer bien su trabajo. Ser Jefes significa luchar para que ellos crezcan y se desarrollen en su carrera. Si ellos suben tú subes. Ser Jefe significa reconocer que tú los necesitas a ellos tanto o más de lo que ellos te necesitan a tí. Ser Jefe es ser uno más independientemente de la enorme responsabilidad que conlleva saber que su bienestar depende de ti.

Cuando un Chef es capaz de transmitir a sus cocineros que está ahí para ayudarlos no para joderlos, los cocineros, y creanlo por que el que les habla lo ha visto con sus propios ojos, harán lo que esté en sus manos para conseguir que los sueños del Chef se cumplan. Un cocinero motivado hará lo que sea por su Chef, por su restaurante y por sus compañeros. Un cocinero motivado será the biggest asset, el mejor recurso con el que cuente el restaurante como negocio, pues se dejará la piel en el intento de no defraudar aquel que confía en él como nadie antes creyó.

ES POR ESO QUE EL CHEF DEBE DE SER EL QUE MÁS TRABAJE, EL QUE CON SU TRABAJO PONGA EL EJEMPLO DE LO QUE SE ESPERA DE TODA LA COCINA, EL QUE CON SU EJEMPLO SEPA GANARSE EL RESPETO DE LOS DEMÁS COCINEROS Y EL QUE CON ESE RESPETO GANADO SEA CAPAZ DE EJERCER UNA AUTORIDAD ENCAMINADA A CONSEGUIR QUE LAS MOTIVACIONES DE CADA UNO SEAN LAS MOTIVACIONES DE TODOS, EN BASE A UNA DISCIPLINA DESEADA POR TODOS.

Con todo este rollo lo que les he querido transmitir compañeros es que en NUEVA COCINA POPULAR MEXICANA sabemos que los retos a los que se enfrentan nuestros cocineros mexicanos son grandes, pero no más grandes que nuestras motivaciones para seguir creyendo, seguir luchando.

No necesitamos Chefecitos de tres al cuarto, nos enfrentamos al hambre, a la globalización y a una alta gastronomía que solo pretende servirse a si misma.

Aptitud y Actitud de un cocinero motivado quiere decir que si a la chamacada le hablamos con la neta sobre qué es lo que queremos ganar con esta revolución, si trabajamos, si les ponemos el ejemplo, si nos ganamos su respeto y nos regalan la autoridad para tomar las desiciones que entre todos creamos convenientes, el futuro de un México en donde la alimentación, la cocina y la gastronomía están hechas por todos y para todos estárá cada día más cerca.

Cada día más cerca.

Como ven no hay secretos para conseguir cocineros motivados. Existen compromisos y motivaciones.

Los grandes chefs de México deben de mostrarnos los suyos.

Los míos están sobre la mesa.

CREATIVIDAD, OFICIO, RESPONSABILIDAD Y MEDIO AMBIENTE

martes, 26 de julio de 2011

EL TEMA DEL SISTEMA (II)



Los cocineros en México hemos gozado durante muchos años de la valiosa colaboración y de las enseñazas teóricas y prácticas de un colectivo tan consolidado y tan profesional como lo es el de los cocineros y pasteleros franceses que desde siempre han vivido y trabajado con nosotros. Me es inevitable mencionar con cariño a aquel restaurador francés de nombre Remontel, que allá por el año de 1832, reclamaba el pago de 60 mil pesos en concepto de unos pasteles consumidos en su negocio de Tacubaya por funcionarios del Presidente Santa Anna...lo que desencadenó una guerra...la primera intervención francesa en México, mejor conocida como la guerra de los pasteles.



Durante años Mexico fue ocupada, desocupada y vuelta a ocupar por la nación gala, culminando por la coronación de Maximilano de Habsburgo a sugerencia de Napoleón II como Maximiliano I. Quien por cierto, como no podía terner hijos, busco validar su cargo al adoptar a dos nietos de Don Agustin de Iturbide y Aramburu quien fuera el Primer Emperador de Méxcio por cierto...

Pero bueno, antes de que me desvie hablando de linajes Vascuences en América...lo importante es que con la llegada de su corte, la cocina mexicana, ya de por sí enriquecida durante el periodo Barroco, se afrancesó gracias a su Imperio de finales del XIX. Este afrancesamiento habría de gozar de su Epoca de Oro en México pincipalmente entre las clases altas durante el Gobierno de Don Porfirio Diaz.

Veracruz, como puerto estratégico en la zona del Golfo fue testigo de este trajín de influencias. Como ejemplo basta hojear el libro Nuevo Cocinero Mexicano en forma de diccionario, que bebe libremente de recetarios europeos de la época, no por lo cual deja de ser un documento imprescindible para comprender la cocina mexicana.

 


Sin embargo, ya entrados en el XX, cuando lo moderno era sinónimo de Europeo y Francés, la situación política en México no fue impedimento para que la evolución de nuestra cocina se materializara en la aparición de nuestros primeros grandes comedores y restaurantes, como la primera fuente de sodas de Méxcio propiedad de Frank Sanborn en la Casa de los Azulejos o de legendarios cafés como el Cafe Tacuba, que desde la capital marcaban las modas progres de la época.



Fué en este México gastronómicamente afrancesado desde el mercado (donde hasta le fecha se le conoce al dueño del puestito como MARCHANTE) hasta las casas nobles, donde el recetario mexicano tomó las formas que la época marcaba.

Y en la Capital se comenzó a olvidar y a dejar de lado una gastronomía ancestral, regional, talvez menos refinada en formas pero muchisimo mas rica en fondos y trasfondos pues, esa cocina históricamente mestiza es la que nos diferencia de otros países, nos identifica y nos vuelve mexicanos. (Ahora recuerdo vivamente a Brillat-Savarin, que en su Fisiologia del gusto nos dice: Dime lo que comes y te diré quien eres).


Durante las siguientes decadas del XX hasta, ayer mismo por la mañana...en el México doméstico, gastronómico, gourmet y gourmand...todo aquel que quería demostrar clase y refinamiento lo hacía con acento francés. Lo cual ha resultado en dos cosas: una buena y una mala.


La buena es que, igual que en otras partes del mundo, como Estados Unidos o Inglaterra, los cocineros franceses se hicieron con el poder de los mejores restaurantes, hoteles y medios de comunicación, resultando en una formación y capacitación de los cocineros mexicnaos, yankees o ingleses igual a la que hubieran tenido en Francia.

La mala es que, igual que en otras partes del mundo, como Estados Unidos o Inglaterra, los cocineros franceses se hicieron con el poder de los mejores restaurantes, hoteles y medios de comunicación, resultando en un desplazamiento de nuestrto patrimonio gastronómico a un segundo plano en el ambito doméstico, en el mejor de los casos y un abandono de nuestro patrimonio gastronómico Mexicano en el peor de los casos en los ambientes gastronómicos.



Pero lo alarmante, es que a diferencia de Estados Unidos y de Inglaterra, los mexicanos contamos con una riqueza cultural y gastronómica que viaja 30 siglos en el tiempo para sentar las bases de una cocina mexicana contemporanea que ha sabido adaptarse a esa epoca afrancesada para sobrevivir, pero que hoy pide ser rescatada y reivindicada para ocupar el lugar en Méxcio que se merece...el de dueña y señora de la cocina doméstica y de la restauración profesional desde Tijuana hasta Chetumal.




Con este discurso espero despertar el orgullo por nuestros orígenes y el deseo de abandonar las prácticas que han evitado que la cocina mexicana ocupe el lugar que se merece...empezando por México. Han pasado ya 100 años de educacíon francesa, creo que ya va siendo hora de graduarnos con Honores. Ya nos hemos ganado el Titulo y el Diploma. Es hora de acometer otra etapa, que dure otros 100 años si son necesarios buscando en nuestras raíces y rescatando las recetas que hemos ido dejando atrás por influencias comerciales y globalizadoras. La cocina mexicana esta en los pueblos, en las gentes que hoy por hoy en pleno siglo XXI no saben ni les interesa lo que es la cocina molecular o los transgénicos. En el interior de México, fuera de las grandes urbes, es donde se conserva el espíritu de esa cocina auténtica y es ahí donde debemos buscar nuestra identidad.

El tema del Sistema para la Nueva Cocina Mexicana debe ser el de reconocer que si bien las influencias que hemos recibido del exterior han sido enriquecedoras y han ayudado al avance de la profesionalización de la gastronomía en general, nunca pueden ser ni mas atractivas, ni mas valiosas que la herencia de siglos que atesoramos en nuestra memoria. Somos tan ricos que no veo por que seguir viviendo de prestado.


Hace años, Charles Darwin desperdició 20, por que tenía miedo de expresar sus ideas reformistas y radicales para la época. Sus ideas sobre la evolución de las especies, la selección natural y la supervivencia de los individuos mas fuertes en la naturaleza, amenazaba los dogmas de fe mas arraigados en una época en que Lutero le había declarado la guerra a la iglesia catolica.
Y cuando lo hizo, su mesaje fue mailnterpetado y él mismo fue motivo de burlas que lo ubicaban como medio hombre y medio mono. Pero no se desanimó, siguió buscando el apoyo de mucha gente y otros 20 años después, consiguió el reconocimiento de la elite cientifica de la época, de su gobierno y de la mismísima iglesia.


Un servidor también tiene miedo de hablar demasiado alto sobre estos temas, pero me emociona saber que no estoy solo. Durante los próximos 20 años el tema del sistema de la cocina mexicana debe ser el de luchar día a día, plato a plato, por rescatar nuestro recetario y por inculcar en la genreración siguiente un cariño hacia lo nuestro y una curiosidad hacia la cocina mexicana, hoy por hoy eclipsada por los acontecimientos anteriormente relatados y por la cada vez mas grande tendencia a sobre valorar la importancia de seguir integrando de manera artificial, influencias externas a nuestra cocina con el afán de imprimirle más prestigio o yo que se.

La cocina en México está viviendo una renovación, una revolución hacia nuestros origenes. Se va a armar la segunda guerra de los pasteles pero ahora de alla para acá. La Fonda del Golfo será el satélite en el País Vasco de este particular movimiento de independencia. Y para la Fonda del Golfo el tema del sistema es además, difundir este cambio en el País Vasco, en España y en Europa, empresa que también merece la pena pues en el extranjero los restaurantes mexicanos libran su particular batalla contra el concepto Tex-Mex y de momento vamos perdiendo.

El tema del Sistema en México a partir de ahora, será rescatar y difundir nuestro mensaje a todo el mundo....queremos mostrar lo que debe de ser una culinaria mexicana culta, refinada y sobre todo AUTÉNTICA. Una cocina de raices, mexicanista, que ha sabido aprender de los mejores todo el partido que podemos sacarle a nuestros recursos...materiales y humanos.



Creí necesario abordar este tema pues para un servidor, resulta especialmente difícil hablar de renovación y de romper con las infulencias afrancesadasa cuando llevo 11 años cocinando en frances y 8 en euskera. Pero por favor no se equivoquen...una cosa es aprender música clasica en el conservatorio para interpretear música clásica, y otra muy diferente es aprender música clásica para después de graduarse dedicarse al Jazz.
Mi caso es igual al de muchos, muchos cocineros mexicanos que andamos por acá aprendiendo. Sin embargo eso no quiere decir que sueñe con ser un gran chef de cocina francesa. Talvez cuando empecé a cocinar sí que lo era.

A lo único que aspiro como cocinero es que al final de mis días me pueda mirar al espejo y reconocerme como dueño de la imagen que refleja mi persona. Mi persona y mi trabajo encuentran justificación de los medios que estoy empleando para llegar a los fines que me he planteado por que esos fines representan el progreso para la cocina mexicana y por consecuencia para los mexicanos y para un servidor.Es lícito.



Y eso no me convierte en ningún visionario, pues lo que yo deseo que no es otra cosa que difundir la riqueza cultural y gastronómica de México en el S.XXI, es también el deseo de toda una generación de cocineros que esperabamos que alguien con diera el prmiemer paso. De momento sólo puedo decir que ese alguien lleva MUCHOS años en México investigando, difundiendo este mensaje y luchando por este cambio. Y es cuestión de tiempo antes de que los cambios se empiecen a notar. Y no serán años. Algo va a pasar en la cocina mexicana. Son tiempos emocionantes. Ya lo verán.


De momento me despido y no puedo hacerlo de otra manera que agradeciendo eternamente a la cocina francesa por todo lo que ha hecho por la cocina a nivel mundial. Ordenar, clasificar, organizar, y enseñar a todo el mundo lo que deben ser las bases del oficio de cocinero es algo que nunca vamos a poder agradecerles lo suficiente. Merci. Como educadores tienen y tendrán un lugar impresindible en este nuestro Planeta Cocina. Sin embargo a nivel gastronómico y cultural creo que el lugar de la cocina francesa en el S. XXI debe limitarse exclusivamente a los Restaurantes Franceses.



Por la defensa de nuestra identidad y de nuestras cocinas regionales...espero que sepamos aprovechar este momento tan esperado, en provecho de todos los que contribuyen con su sudor a construir el presente y futuro de esta Nueva Cocina Mexicana.




Desde la Fonda del Golfo, seremos testigos de este cambio de dirección y relevo generacional que esta ocurriendo en México a nivel gastronómico.




Estamos de enhorabuena.




Ahora nos corresponde a los cocineros mexicanos crear nuestro propio Sistema.

Vaya tema.


PUBLICADO ORIGINALMENTE EL
8 DE FEBRERO DE 2009 EN
LA FONDA DEL GOLFO

sábado, 16 de julio de 2011

EL TEMA DEL SISTEMA (I)


Todos los esfuerzos que en equipo concurren en un restaurante, son parte de un frágil equilibrio entre la naturaleza artesanal de nuestro trabajo y la prisa, la presión por entregar un trabajo, bien hecho, a tiempo. Los cocineros somos artesanos, pero no podemos esperar a que nos llegue la inspiración del cielo. Tenemos que entrenarnos para poder reproducir nuestras efímeras piezas de arte, durante un par de horas que dura "el servicio" en hora punta, a velocidades de vértigo repitiendo con precisión cada pincelada, cada movimiento de sartén y cada pizca de sal, cada vez que nos piden un plato. En nuestra profesión se nos juzga cada día como si fuera el primero de nuestra carrera y sólo somos tan buenos...como lo haya sido nuestro último plato. La trayectoria y la experiencia no valen de nada. No cuenta que durante años hayas horneado cientos de tartas. Pelado miles de patatas. Asado docenas de pollos y deshuesado miles de patitas de cordero. Eres tan bueno, o malo, como tu último plato. Jean Pierre Rivalutl me dijo una vez que teníamos que ser como Pilotos de Avión. Siempre en forma. Siempre concentrados. Siempre atentos. Y como ellos no podíamos fallar nunca, pues cuando un Piloto de avión falla, su error afecta a cientos de personas de manera fatal. Obviamente los cocinero fallamos, como todos, pero como bien dice Charlie Trotter: "Si en nuestro trabajo, solamente consideramos lo extraordinario como aceptable, en el peor de los casos nuestro trabajo será estupendo".
 
Me inicié en la hostelería en Vancouver, Canadá en el año 97 haciendo hamburguesas en un McKing de estos, una cadena local llamada White Spot, famosa por su delciosa salsa triple oh consistente en pepinillos dulces muy picaditos, mayonesa y ketchup a partes iguales. En Canadá descubrí la manera de trabajar basada en listas de chequeo, rotación del producto y el ya entonces famoso HACCP System, herramienta que nos permitía trabajar de manera más segura y eficiente. Un nuevo mundo se abría ante mi y yo estaba ansioso por absorberlo todo. El trabajo era sencillo pero aún en un Burger, me di cuenta que cada detalle cuenta. Que el cliente lo nota todo desde fuera. Que ser profesional significaba, sentir orgullo por tu trabajo y que si había que limpiar los frigoríficos, merecía la pena ser el que mejor los limpiaba por que así se deja pronto de limpiar para pasar a cocinar.

Una de las frases que más se repetía en White Spot es ya un clásico de los restaurantes en todo norteamérica y se ha repetido tanto que parece salida de una máquina...pero la verdad es que su verdad es demoledora. La frase era "si no te sientes orgulloso de lo que has cocinado, NO lo sirvas".

Orgullo. Descubrí que se puede sentir orgullo de ser un cocinero. Y como dice Karlos Argiñano, me di cuenta de que yo también " me siento más hombre cuando me pongo el delantal". Después vinieron los años de Club Vatel, los chefs de rancio abolengo francés, las veloutés, hornear huesos, clarificar consomés con claras de huevo montadas, los souflés, los gritos, la violencia verbal y la física en forma de brutales jornadas de 6 de la mañana a 23 horas. Pero también fueron los años de la camaradería, del descubrimiento de mi primera trufa, mi primer foie gras, mi primera ostra abierta por mi mismo. Fueron los años de rogar por la oportunidad de limpiar pescado o de ayudar a hacer la escultura de hielo para el buffete de los Domingos.

 

Tiempos en los que TODOS los días aprendía algo nuevo y solía andar por aquellas inmensas cocinas con mi libreta en la mano preguntando a los cocineros curtidos en mil batallas, sobre la manera en que habían atado, mejor dicho bridado el Chateuxbriand o sobre qué eran exactamente las Finas Hierbas. Lo apuntaba todo. Y mientras más sabía mas dudas tenía.


Comencé a comprarme mis libritos. Quería ser el mejor. Y aunque yo lo quería era cocinar, mi trabajo se reducía a labores que en su momento me costaba valorar. Limpiar y pelar verduras, patatas y fruta. Fueron los años del cuchillo y del sudor. Aprendí a colaborar, a ser colega. Nunca salía nadie de la cocina antes de que el trabajo estuviera acabado el trabajo. Si me faltaba algo, 2 o 3 compañeros venían a ayudarme a terminar. Pasábamos juntos todo el día. Eramos familia y como familia, antes de irme a descansar un rato a mi barracón, yo solía pasarme por cada rincón de la cocina preguntando si alguien necesitaba que le echara una mano, para poder irnos todos juntos a la vez a tomarnos unas cuantas cervecitas.


Pero lo mas importante que aprendí en esa época de mi vida es que una cocina francesa es igual en cualquier parte del mundo y lo que ahí se aprende, se aprende "al vuelo" pues no hay tiempo de que el Chef se detenga a explicarte por que te mando a blanquear las tripas de ternera antes de ponerlas a cocer. Había que obedecer y hacerlo bien, a la primera pues equivocarte significaba perder un tiempo precioso con el que contaba toda la cocina.

 


Fue ahí, entre tocaditas de nalgas (como en un submarino) donde te das cuenta de que no deseas estar en otro lugar, que se te ha permitido formar parte de una hermandad, que estás aprendiendo un oficio y que cada grito y cada vez que te aguantas para no contestarle a tu jefe te convierten en mejor artesano.
En un momento de mi aprendizaje, me animé a pedir trabajo en la cocina de mi querido Jean Pierre Rivault, un Bistrot Provençal que solo daba servicio de cenas y en donde aprendí que el trabajo bien hecho es la clave para ganarte el respeto de los demás, y que predicando con el ejemplo se puede llegar a ganar autoridad. Si hacías las cosas bien, al final del día el chef te invitaba a una copa de vino en el Bar y te contaba la de la vez que en Mónaco se ligo a aquella chica sospechosamente alta y guapa. Él era todo un Maestro Yoda y yo un pobre Padawán,pero avanzando y aprendiendo. Me iba convirtiendo en uno de ellos y ellos eran como yo quería ser. Eran cocineros profesionales.



Valores como la disciplina y la organización me fueron enseñados y cada noche, al final del servicio sentía como cobraban vida esos conceptos. Horas antes y al calor de la batalla esos conceptos habían sido llevados a la práctica, sin apenas darme cuenta, mientras volaban cuchillos y sartenes frente a mí, calamares y echalotes, bogavantes y codornices, mientras yo pelaba uvas a mano para la mise en place de mis compañeros, emplataba postres y ayudaba a los compañeros de la fregadera.


Aprendí que la única manera de ser un cocinero profesional era implementando un sistema para todos y cada uno de los trabajos y labores que como cocinero tengo que realizar a lo largo del turno que debo cumplir y a entender que NO hay labor pequeña en una cocina. Desde lavar platos, secarlos, meterlos en los armarios calientes, encender los fuegos, hornos y maquinaria. Todo a punto para cuando se les necesite. Todo debía estar en su lugar, herramienta, trapos, bandejas. Los cocineros profesionales tienen UN SISTEMA PARA TODO.



La improvisación queda fuera de cualquier tarea. Todo es el sistema y el sistema lo es todo.
Hacer las compras. Un sistema. Recibir a los proveedores. Un sistema. La comida del personal. Un sistema. Cantar las comandas. Un sistema. Limpieza de la cocina. Un sistema. Sacar la basura. Un sistema.
¿Y todo esto porqué? Simplemente por que cuando empieze el servicio, más te vale haberte organizado y aprovechado cuando podías montarte un sistema pues ahora es cuando de verdad demuestras lo que vales...en la linea de fuego. Como en un barco de guerra, cada marine defiende su estación, su partida sólo o con algún ayudante y cuando el Capitán, tu Chef, pite a zafarrancho de combate tu cabeza es la que está en juego.

A cuidar tus herramientas y a ayudar a tus compañeros. Dicen por ahi en el mundo de las cocinas que "un cuchillo con filo es reflejo de un Cocinero con filo" y lo peor que te puede pasar en un servicio es que te encuentren como al famoso bandolero mexicano El Tigre de Santa Julia (con los pantalones bajados).

Luego vendrían la Universidad Anáhuac y el Culinary Institute of América, Europa, País Vasco, el Hotel de Frank Ghery y las estrellas Michelin.



Pero fue ahí, con Jean Pierre, Pascal, Bertrand, Patrice, Michel, Thierry, Olivier, y Guy Salvatore donde supe de que iba el tema. Iba de ser el mejor. De estar preparado y de cocinar en equipo.

 

Hoy, deseo llevar esa dinámica a la cocina de La Fonda del Golfo, con la finalidad de realizar un trabajo profesional. Este trabajo profesional repercutirá en TODA la operación. Proveedores, empleados, invitados, maquinaria, mobiliario, mantenimiento del local, política de precios, imágen pública, y sobre todo la oferta gastronómica de La Fonda del Golfo dependen de que sepamos trabajar como profesionales.
Porque debemos superar las expectativas de mucha gente espera que abramos nuestras puertas al público pronto, nuestro compromiso debe ser y es con los valores y con el mensaje que me fue transmitido y que es nuestra responsabilidad traducir y transmitir a todos aquellos que como nosotros sienten pasión y respeto por el trabajo bien hecho.

 

Y como dicen aquí en Euskadi..."un trabajo bien encargado es ya un trabajo medio hecho".

De ahi la importancia del Tema del Sistema.

PUBLICADO ORIGINALMENTE EL
1 DE ENERO DE 2009
EN LA FONDA DEL GOLFO.